sábado, 19 de enero de 2013

El Grillete


El grillete es una herramienta que sirve para unir por ejemplo sogas o cadenas, es muy fuerte y muy fácil de quitar por medio de una rosca. Yo tenía uno porque era mi símbolo de unión poderosa pero con mucha libertad.



Un día decidí dejar de llevarlo en el bolsillo de un bolsito y me lo colgué en el cuello, lamentablemente tomé la costumbre de estar desatornillándolo a cada rato, sacármelo, mirarlo un rato y volverlo a poner.



En momento me di cuenta que sólo tenía la parte del gancho, sin parte que se atornilla y me entristecí mucho porque sentía que algo había quedado desligado para siempre.



Pude ver dos cosas, una que las cosas en el bolsillo son perfectas, vienen a la memoria cuando uno las necesita, se quedan ahí todo el tiempo que uno quiere y no se paran en lugares incómodos, cumplen con ser la ilusión de una relación perfecta, porque siguen ahí, sin perderse, ni modificarse, ni enfermarse, ni morirse, son sólo ese jugo que uno le sacó a una experiencia anterior, reliquias de la memoria.



Cuando las trae al momento presente, corre ese riesgo, que esas relaciones tengan vida propia, que evolucionen de manera inesperada, que sean aún mejores que lo que uno esperaba pero siempre está la posibilidad de perderse, de arruinarse, de desaparecer. Y con esto la tristeza en serio, la desesperación, no esa nostalgia linda que te pierde la mirada en el horizonte… el dolor en serio. Y sobre todo si uno no cumple con su parte, que es la otra “obviedad” que pude ver, hacer cosas que ajusten el tornillo, tener cuidado, ser consciente de que nada es para siempre y no olvidarlo y tratar de que lo lindo que vive con nosotros en el presente se quede un rato más.



Ahora tengo un grillete incompleto que nunca más va a cumplir su función, quizás siga en algún bosillo haciéndome recordar esto que aprendí, a ver si para la próxima soy más valiente o espere ilusoriamente que el tornillo aparezca o vaya a reclamar otro, como creyendo que todo se puede arreglar. Eso todavía no lo sé.



domingo, 28 de junio de 2009

Broken wings

Meterse a la ducha, poner música, abrir las ventanas, abrirlas de verdad, pagar un buen psicólogo, tomar antidepresivos... tener una rutina, dejar los vicios. Quizás no baste con todo eso para terminar con la locura, quizás el alma sea simplemente insalvable o será que hay que andar empantanándose por ahí, salvando a otros y que el empujón que les das te rescate un poco.
Lo malo tal vez sólo esté en la mirada, en la interpretación, o en la catalización de los hechos.
Tal vez no salí viva de situaciones extremas para estar aguantando una jefa pedorra que me rete por estupideces y me estrese más de lo que estoy y no al revés; porque el sistema pretende que la tolere, que me adapte a eso y a un montón de otras mierdas que tendría que comer diariamente.
La gente normal tiene herramientas para tolerar malos tratos en el trabajo y el la calle, hasta en la propia familia, tolera tensiones y horas sin dormir ni comer. Yo quiebro. Paro. Locura con innumerables diagnósticos prueba de que no saben que carajo es lo que me pasa siendo que yo lo sé.
Maga tenía razón, no sé si la que anda buscando Horacio, pero la que dice que hay respuestas...

Blackbird singing in the dead of night
Take these broken wings and learn to fly
All your life
You were only waiting for this moment to arise
You were only waiting for this moment to arise
You were only waiting for this moment to arise.

jueves, 26 de abril de 2007

Y por hoy

No tenía quejas, el día esta radiante y mi corazón solitario no llora, sino q disfruta este momento conmigo misma. Los demás se han llevado su amor a tierras lejanas pero mi corazón esta convenciéndose que la capacidad de amar es mía y sigue estando.
De repente así, sin cuestionarme más, me da ganas de salir a ese sol con la convicción de que hay algo allá afuera demasiado azaroso como para adivinarlo, que va a traer regalos a este día.
De repente, hice memoria y me acordé como poner las velas para aprovechar cualquier viento que sople...

viernes, 20 de abril de 2007

Arriba nos Encontramos

El amor para mí a lo largo de la vida han sido pedacitos recortados de historias, que comienzan generalmente a gran altura.
Son pájaros que vienen a mí y se posan y yo sin poder volar con ellos, o sin querer son míticas leyendas de montaña donde decir la palabra siempre se vuelve necesario y así uno entrega el amor al viento que acaricia la piel y se lo lleva lejos.
Y de allá vengo bajando con estas ganas de abrazar el aire hasta sentir la respiración de un ser que ya estará distante y ageno a mis huesos.
Todo esto para luchar con lo efímero, para creer que todo eso que se sintió quedó en algún lado. Porqué nunca seguí al amor? porqué mis raices me mantuvieron inmóvil? raices??? no creo!

El Oráculo Vikingo


No pensaba copiar, pero ya que he copiado durante toda mi vida patrones, modelos, etc y ahora estoy entregada a la ardua tarea de descubrir quien mierda soy con el simple anhelo de destruirme, quiero incluir aquí algo que me salva... (para que?) porque a pesar de todo, a veces vivir es como mecerse en una hamaca paraguaya y otras veces, mucho mejor, es sentir que te hierve la sangre y que querés dedicar la vida a este mundo de mierda para cambiarlo. Para eso hace falta lucharla, guerrearla, como dicen algunos por ahí. Pero en serio. Yo me he dado cuenta que he sido puro bla bla y que siempre tuve excusas para no participar, para no comprometerme/meterme y darle sentido a todas esas ideas que parece que a veces tengo.
Yo sé que una runa no me dar la clave para dejar de acomodarme y andar, pero quizás sea una ventanita y de repente por esa ventanita quiera salir un día y ya no volver a entrar. Acá les presento a Teiwaz una especie de dios, que un día me dijo "más vale que hagas algo con tus hábitos..."
y sí... a veces vivir es como disfrutar de la soledad.

La Misma Sensación

Hace 10 años yo andaba en alta mar, en un trimarán capitaneado por un alemán del este, hago esta aclaración, porque es algo que pesaba muchísimo en su vida; el tipo se creía dotado de un nivel cultural altísimo, el cual nunca pude confirmar debido al idioma tan asquerosamente difícil de aprender, pero lo que en realidad este marinero tenía, era un profundo resentimiento por algo que pasaba, o les pasaba a los terrestres, y probablemente sobretodo a los alemanes del oeste y a él NO le pasaba. Nunca logré ahondar en este aspecto debió a mi inglés muy escueto en esa época y la poca voluntad de ambos en entablar dichas conversaciones.
El caso es que navegaba con este alemán que una noche de Caribe panameño, tocando el chelo y cocinando pulpo recién sacadito del mar parecía ser un sueño, un película holliwoodense, pero que con los días salados de mar en todos los horizontes empezó a ser como cualquiera, o peor que cualquiera y yo tenía la fantasía de que algún otro velero navegara cerca de nosotros para escaparme nadando.
Esa sensación, la de que un sueño se transforme en una cárcel, la de que el tipo que elegiste casi inconscientemente esta a punto de volverse una pesadilla, la de que el mar que te hizo libre te acorrale, la esperanza de que otro velero... otra vida, otro viaje, otros errores... pero otros, no estos, otros...
Por supuesto que ese viaje terminó mal, según lo que cualquiera podría concluir al oír esa historia, pero fue tan maravilloso que terminara, fue la posibilidad de pasar la hoja y empezar de nuevo, en limpio, con esta historia en el bolsillo para sacarla alguna noche de esas que la gente necesita saber que tu vida no es tan perfecta... esas cosas que te empiezan a pasar cuando estas con la personas equivocadas.
Si Sr, me lo cogí al alemán, por que se me dio la gana, porque tocaba el chelo, porque tenía un hijo adoptado y me dio un poco de ternura; hubo días felices, con cantos al atardecer y nadar con los delfines... navegué 15 días en el Caribe cuidando un nene hermoso, que voy a amar toda la vida, soporté las amenazas de muerte con valor, sin temblar, con la certeza de que iba a sobrevivir y grité! si grité! y salí de ese velero y nunca más volví a saber de ellos.
Pero esa misma sensación, ese encierro, ese velero en medio del mar, siento que ahora me he subido en algo... en que? que es esto? adonde voy? quiero quedarme agarrada de una cuerda sintiendo que voy a sobrevivir, que como mucho pierdo el equipaje... no a mí, no a mí... call the police! ahora en vez de volar, navegar un poco....

jueves, 19 de abril de 2007

Lugar para Volar

Como otras tantas personas, estoy sumida en un estado de desesperación interna por dejar de ser yo. Aquí es donde comienzo a despojarme, aquí, donde nadie me conoce, nadie me pide nada, nadie espera milagros de mí. Aquí es donde pienso depositar toda la mierda que algunos días me carcome, todos los pensamientos sin curso, mediocres, mundanos, henchidos de filosofía barata y zapatos de goma... Aquí es donde voy a empezar a volar.
Porque soy como un pájaro que nació en cautiverio, que se ve las alas y no sabe para que son, en este lugar voy a inspirar profundo la locura de este mundo y exhalar, sin toser, todo mi ser. Laberintos absurdos por los que me perdí, pantanos y páramos tan desérticos como mi alma.
Acá también es donde pienso gritar, gritar fuerte lo que no puedo andar diciendo para no asustar al prójimo, gritar que necesito amor, que necesito que me cuiden hasta que la bebita que hay en mí deje de llorar, gritar bien fuerte la mierda que somos todos...
En fin, quizas, este blog tenga un gran título y debajo no diga nada y lo absurdo se apodere de mí y tal vez de vos, que ahora te estoy imaginando porque ni siquiera sé si vas a existir y en el fondo no puedo creer que existas, porque yo estoy aquí, creando más bien un tacho de basura, sin intentar la belleza, sin evolver los vidrios con diarios para que no corten, y a vos, basurero, por las dudas que existas, gracias porque estoy lavándome a fondo y después de esto voy a ser distinta, no se si mejor, voy a ser distinta, no puedo perder esa fé, porque es casi lo último que me viene quedando.
A pesar de todo, veo que todavía sé esperar algo de esta estancia. Ahora a volar.